Gallardón, fiscal de profesión, se enfrenta a un importante reto, como es el de modernizar la Justicia para recuperar la confianza de los ciudadanos en este medular servicio social, recuperar el prestigio de instituciones tan trascendentales como el Tribunal Constitucional o el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), aplicar las últimas reformas procesales y las destinadas a implantar la nueva oficina judicial y reformar la trasnochada Ley de Enjuiciamiento Criminal, entre otros muchos e importantes retos.
Los procuradores, como no podía ser de otra forma, además de felicitarle y desearle todo el éxito en su nueva etapa política, se ofrecen al nuevo Ministro para colaborar en todo aquello que suponga mejoras para la Administración de Justicia y que favorezca su inevitable proceso de modernización, al fin de adaptarla a las demandas y necesidades actuales.